domingo, 13 de febrero de 2011

Ventanas abiertas

Lo hice. Alcé la cabeza bruscamente y le miré a los ojos con arrogancia. Segundo después, cuando nuestras miradas se habían enfrontado, ya no quedaba ni una pizca de ira en mi.

Resulta muy difícil para mí describir qué pasó en aquél momento, porque no recuerdo el nombre de ninguna sensación apropiada para describir cómo me sentí. Consternación se aproximaría, quizás shock...
Quedarme atrapada en esos espejos de cristal era algo que había temido incontables veces, pero ¿quién diría que lo harían así...? La fascinación que me provocaban era diferente a la de otras veces. Recordaba aquellos ojos como dos ventanas en invierno, cuyo frío era tentador, hermoso, atrayente. Su mirada acostumbraba a esconder muchas cosas, pero portaba el reflejo de sus emociones, aunque sólo se atisbara un leve esbozo de ellas. Esta vez, sin embargo, esas ventanas estaban completamente abiertas, podía leer en ellas más bien que en un libro abierto, podía sentir lo que sentía su dueño, en mi piel y en mi corazón, y la verdad impactó en mi tan de repente que no supe ni pude reaccionar.
Entendía que aquel personaje se había rendido totalmente, que no quería esconder nada más, que también sentía desesperación, tristeza y miedo...
Pero una parte de mi no conseguía asimilarlo, se había creado una barrera de hierro ardiente alrededor de mi corazón, una barrera que el hielo no podía traspasar.
¡Me hallaba completamente perdida! E incapaz de encontrar una salida al desorden de mi interior...
Pero entonces él entreabrió sus labios, mi corazón dio un vuelco, él volvió a cerrarlos y desvió la mirada hacia el suelo.
Me sentí de repente muy cansada, pesada como si el hilo que me sostenía se hubiera roto al cabo de mucho tiempo. Las fuerzas entonces me abandonaron, de golpe, y fui incapaz de mantener la cabeza erguida, de manera que, dejándome vencer por un abatimiento superior a mi, la dejé caer cerrando los ojos, para no ver nada más, para guardar en mi mente la imagen que aún palpitaba en mi cabeza.
La imagen de los ojos de Jared.
No, la imagen del alma de Jared.


Satine, petitpierrot
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4 comentarios:

  1. me ha encantado, nada puedo agregar, solo la curiosidad fomula preguntas y solo desea saber, si esta historia y persona describida, es real.^^

    cuidaos mucho.^^
    un agrado.

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  2. Considero que no tienes nada que envidiar. Tú también escribes muy bien. Tienes la imaginación y los sentimientos capaces de hacer una historia que sea gráfica, capaz de situarnos en ella, viéndonos sumergidos repentinamente. A parte, me gusta mucho el diseño de tu blog, el mio quizás es muy oscuro xD. Pobre Jared, se quedó sin su parte del pastel.


    P.D: El petit pierrot? És vosté catalana? En cas de no estarme equivocant, jo també ho sóc.


    Salutacions petit pierrot =).

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  3. És un concurs per veure qui el.logia més a qui? Hahahahahaha. Gràcies per tots els teus comentaris, m'animen a esciure més ( probablement no hagués escrit el fragment del teatre de no haver estat per algun comentari). Salutacions Satine, et seguiré llegint.

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  4. Satine... qué bonito nombre :)
    Me alegra que me hayas elegido para formar parte de tus seguidores. Me encanta tu forma de escribir, es de esos escritos que no cuesta nada entender, situarse y sentirlo real. Espero leer más pronto.
    Por lo pronto, también te voy a estar siguiendo :)

    Besos de Cenicienta

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